7 de febrero de 2009

En tu vientre, los océanos


Si querés saber de mí,
buscame en la mañana celeste de noviembre
en la que pronunciaste los conjuros
de chamán del bosque,
en los pasillos donde me contabas tus sueños
de brujas con medias de colores.
Si querés hablarme, conectate a los teléfonos
con cables de serpentina,
para que mi voz se diluya mas rápido en tu memoria,
intentá marcar una combinación de números
que coincida con las veces que grité tu nombre
entre cuatro paredes, sin que me escucharas,
y otras tantas, en que me escuchaste
pero no pudiste entender las urgencias de mi alma.
Si querés saber dónde estoy,
buscame en las copas de los árboles,
tal vez me trepe a las ramas,
porque tengo miedo,
temo amanecer sin tu risa en la cocina,
sin tus pies enrrollados en mis sábanas.
Si querés tenerme cerca,
tan sólo recordá el dibujo que trazé sobre tus lunares,
besos como crayones,
lunas en tu pecho,
mapa del amor,
en tu vientre, los océanos.
Nada mas voy a agregar,
las palabras, cuanto mas generosas,
mas nos aislan.