19 de marzo de 2012

No me estás viendo, voy de rojo frente a tu casa, y no me estás viendo. Despedime, que me muero acuosa en esta vereda llena de kioscos. Mirame, enfoqué mis ojos directo a tus labios y perdí toda defensa. Creés que soy bipolar porque te sonrío con veinticincomil dientes y después arrojo una piedra a los vidrios de tu ventana, pero es la furia la que transforma mi gesto. Mis músculos se vuelven ermitaños dentro del cuerpo. esta es la consecuencia. Dame libertad para llorar, yo te doy libertad para que me olvides los feriados y los fines de semana. Está por largarse una tormenta de aquellas. Me llevo un paragüas por si me tirás con palabras repetidas, por si el viaje es largo y me abandonan los planetas. Hasta esta inocencia tuve, de creer que eras Saturno y tus anillos, y sos apenas Mercurio... Me voy, se me va el colectivo.

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