22 de agosto de 2007

La hora


Esta es la hora del caos, las diez de la noche, las zanahorias hirviendo en una olla, las pechugas en la plancha y yo buscando facturas que debo pagar y que porsupuesto no encuentro, y camino, y revuelvo, y cuento dinero, que, Oh casualidad!! tampoco encuentro, porque no lo tengo, jajaja, y no sé de qué me río...

Esta es la hora, del desorden total, del resfrío mal curado, y la contractura en la espalda, y por qué no está para hacerme unos masajes, y en esta casa nunca encuentro nada!!! En esta casaaaa, todo se pierde!!! Grito, como si viviéramos cinco, y vivo sola, diosss miooo

qué hora esta!!! Fatal!!!

2 comentarios:

Cris Cam dijo...

He aprendido, a la fuerza el proverbio si no tiene solución para que preocuparse.

La factura a pagar y la faturas pa comé parecen que se pusieran de acuerdo en la mutua exclusión.

Masajes...uuuhhh (pronunciado como el chanchito velador de Amelie)... no le va a hechar la culpa a una ausencia de unas pérdidas...

gritar en soledad...
sep... deja más mudez que una batalla campal con críos...

yo lo sé, positivamente, lo sé...

Carina dijo...

Tu visión sobre estas cosas me hacen sentir mas acompañada ante el caos...
Flaco, gracias por estar, beso grandeee