27 de agosto de 2009

La flecha


Mi flecha apuntó hacia el norte,
yo estaba en el sur. En las veredas arboladas,
entre tilos y naranjos bajo la lluvia.
Yo estaba en el sur. Mi flecha apuntó hacia el origen,
hacia el nacimiento.
Mi flecha fue hacia la niña de trenzas y moños cuadrillé,
y también hacia la mesa de la mujer sola, mesa de café y membrillo,
hacia un jardín con un árbol que parecía no crecer,
pero que ahora crece.
Yo estaba en el sur, propiamente sur.
No traje a mis muertos, ellos aguardan,
uno, bajo la sombra de un paraíso,
otro, en un ataúdo donde yo le dibujé corazones.
Entonces mi flecha apuntó hacia el norte, y en mi puerta aguardo
un perfume de hombre fresco,
de hombre ideal, como quien dice.
Aguardo unos ojos de canela, mas lindos que la mañana,
mas vivos que enero,
mas profundos que un pozo de agua.
Yo estaba en el sur,
mi flecha ahora no se detiene.

10 de agosto de 2009

Acerca de mi origen...



Cada vez me convenzo mas que yo so soy de ningún lugar, que mas bien creo que soy la rosa del Principito, de quien él huyó para venir a la Tierra. Creo que me dejó sola, protegida por un biombo, en nuestro pequeño asteroide... por mala, egoísta, caprichosa...Quizás venga a buscarme alguna vez... pero no sé qué es preferible.. quizás soy nosciva, para cualquier príncipe, de cualquier latitud, de cualquier sistema solar...

6 de agosto de 2009

Soy Gastón


Te vi en el fondo de un calidoscopio,

tus ojos de tormenta, tu piel de primavera,
bruja confundida con el viento,
sabés quién soy,
sabés que soy el hombre que dibuja
tu cuerpo cada noche en el desvelo,
me presentís.
Adivinás cada uno de mis retornos,
tu felicidad llena cántaros de azúcar,
y yo me pierdo en la inmensidad de tu risa.
Sé que suelo irme de tu mundo,
y habito otras galaxias, mientras tratás
de comprender mis ausencias.
Te vi, Ema, tejiendo imágenes
en las que siempre mis ojos te buscan
en la oscuridad.
Sabés quién soy,
soy Gastón, me viste en el fondo
de una caja con espejos.
Me hiciste real, la noche que
los vientos y los presagios,
me llevaron a tu lecho, a tu piel.
Ema, sabés quién soy,
aún cuando no me ves,
sabés que voy y vengo,
porque soy un caminante
y en la sombra, me presiguen tus estrellas.
Soy Gastón,
volviendo, tocando tu puerta,
encerrando tu ilusión en un calidoscopio,
rozando tus labios,
en tu jardín de princesa