Soy madreselva en el rayo del sol,
arraigada al muro del mundo.
Soy estrella, porque quisiste partir mi cuerpo,
partir de mí, hacia mí, y la luz se encendió.
Mi madre abrió ventanas de crayón,
ese es mi recuerdo.
Se me olvida su olor,
y quedo a la intemperie ante su sonrisa.
Mientras, soy madreselva, brillo en la oscuridad,
cerrazón, y a la vez, sed,
mis vestidos ya son pequeños,
me desnudan, me abandonan los rasos amarillos.
Provengo de un vientre de cristal, lo sé.
Todo se dijo esa mañana,
ella escribió en mi frente todos los conjuros,
para nombrarla, aún en las sombras.