Hoy vi unas flores de Mburucullá,
bajo la lluvia.
tan bellas, frescas, en un alambrado,
contra las vías del tren.
Las vi de pasada,
pero mi corazón se quedó allí,
mi tristeza toda, inmensa tristeza.
Quizás no vea mas
tus ojos de noche profunda,
tu piel de almendra...
Ahí estaban las flores,
presagio de la soledad...
4 de noviembre de 2011
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