Te vi en el fondo de un calidoscopio,
tus ojos de tormenta, tu piel de primavera,
bruja confundida con el viento,
sabés quién soy,
sabés que soy el hombre que dibuja
tu cuerpo cada noche en el desvelo,
me presentís.
Adivinás cada uno de mis retornos,
tu felicidad llena cántaros de azúcar,
y yo me pierdo en la inmensidad de tu risa.
Sé que suelo irme de tu mundo,
y habito otras galaxias, mientras tratás
de comprender mis ausencias.
Te vi, Ema, tejiendo imágenes
en las que siempre mis ojos te buscan
en la oscuridad.
Sabés quién soy,
soy Gastón, me viste en el fondo
de una caja con espejos.
Me hiciste real, la noche que
los vientos y los presagios,
me llevaron a tu lecho, a tu piel.
Ema, sabés quién soy,
aún cuando no me ves,
sabés que voy y vengo,
porque soy un caminante
y en la sombra, me presiguen tus estrellas.
Soy Gastón,
volviendo, tocando tu puerta,
encerrando tu ilusión en un calidoscopio,
rozando tus labios,
en tu jardín de princesa
2 comentarios:
Precioso poema...
Llegúe aquí siguiento el rastro de la imagen, ¿por casualidad no sabrás de quién es obra, dónde la encontraste...?
Le tengo un 'algo' especial a la imagen... :)
Bonito blog. Te sigo.
Saludos!
graciass, muchas gracias... no sé nada de la imagen...
Publicar un comentario