Yo vivo así,
de ilusiones,
como un pomelo con azúcar, y
mis lágrimas se mezclan
con el ácido de la fruta.
Vivo así, escuchando timbres que no suenan,
veo a un hombre en la vereda,
en la penumbra.
Mis sueños son así, nunca veré su cara,
porque desde mi puerta no se distingue,
mientras como pomelos,
voy del sueño a la vigilia,
y espero.
Sé que alguna vez,
mi sonrisa volverá a aparecer,
sólo tengo que soñarla,
dibujarla en el centro de mi cara.
El amor es una ilusión,
una lluvia de verano, que ya pasó,
un temblor que se va olvidando.