Migro,
sé que habrá tormenta,
pero las hilachas que me quedan del llanto,
se convertirán en canción.
Remolinos,
madreselvas me esperan en los valles.
Cuando anochezca
sacaré tus ojos castaños lumbre,
castaños tierra y soledad,
de cuencos azules, los saco,
con tus pestañas enredadas
en estrellitas de purpurina.
Migro sin arcoiris,
me sumerjo en las profundas praderas,
soy breve, liviana, crepuscular.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario