Hay una princesa con un manto verde,
escondida en el fondo de un pozo,
Ella es luz, el pozo está a oscuras.
Se ha sumergido en esta profundidad,
como castigo:
Parece que la princesa no sabe amar.
Debajo de su manto verde lleva los recuerdos,
los colores del príncipe, guardados en cuencos,
mezcla los tonos rosados del amanecer,
con los dorados del otoño,
y decide dormir allí, acurrucada en esa fusión.
Nadie habrá de encontrarla,
No quiere salir.
Nadie la ama, porque ella guarda todo
debajo de su manto.
No sabe dar...
Una princesa se duerme sola en un pozo sin luz,
cubierta de otoño y estrellas negras.
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